El firmamento se pinto de rojo,
y una leve luz blanca se veía lejos en el horizonte...
Era como un ojo gigante que me miraba y me miraba,
mientras yo pensaba en la que me absorvia cada vez más, lento...
Lento y despacio se acercaban a mi cabeza miles de pensamientos
ya incontrolables; ya.. indeseables..
Anhelos perdidos.
Cada paso que daba, era como una tonelada de hielo sobre el corazón de piedra
que poco a poco se envolvía, de un fuego efímero
Y la luz blanca me llamaba hacia ella,
como ofreciendome libertad,
y los minutos mataban, aniquilaban!
cada cosa que en mis recuerdos estaban.
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